Quiero hablar de él

Es imposible que no hable de Él, es imposible que no quiera que lo conozcas porque, Él cambió mi vida y estoy segura que también puede cambiar la tuya. Yo sentí la condenación de mis actos, pero Él me dijo que en mi vileza se iba a glorificar, llegué a sentir tanto aburrimiento al escuchar su nombre y lo que me decían de Dios hasta que me mostró que nuestra relación podía ser interesante cuando realmente nos conociéramos como dos amigos que se aman.

No voy a negarlo, en algún momento de vida adolescente no quise saber más de ÉL, y en otros le pregunté dónde estaba o porqué había permitido tanto dolor en mi vida, dolores que nadie quisiera pasar y preguntas que en su gracia Dios me respondió.

La falta de Dios en el corazón del hombre pone un lazo de ansiedad, vacío y rebeldía hacia Él. La falta de Dios en el corazón del hombre da vida a diferentes crímenes de los que todos hemos sido víctimas alguna vez. Sin Dios hay soledad y miedo, pero aprendí que donde está Él hay libertad.

Las falsas doctrinas y los hombres malos que actúan en nombre de Dios han hecho que la gente no quiera saber de Él y que las almas se pierdan.

Jesús no es un Dios de religiones, es un Dios personal que quiere entrar a tu corazón para que lleves una vida genuina en Él y siempre que te arrepientas de corazón Él va a perdonarte, sin importar lo que hayas hecho y créeme, ésta verdad nos conviene a todos. Con esto no quiero decir que las consecuencias de tus actos no te van a alcanzar, pero sí que Dios estará contigo ayudándote a enfrentar lo que en un futuro venga.

Nuestra vida es como neblina, un rato está y al otro no, sabes a dónde vas si hoy el Señor te llama a cuentas? La muerte física es lo más verdadero que el hombre va a experimentar, si tienes miedo de eso déjame decirte que te hace falta vivir lo que Cristo hizo en la cruz por ti.

Aún siendo enemigos de Dios, siendo como somos, Dios no escatimó su vida y viniendo en forma de hombre salvó a la humanidad de una muerte espiritual segura. Ese es el amor incomprensible de Dios, esa es la misericordia infinita de Aquel que nos amó primero, de Aquel que nos creó, por eso es imposible que no hable de Dios, Él cambió mi vida, cambió mi eternidad.