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BOO!!

  • Estefanía
  • 16 oct 2017
  • 2 Min. de lectura

Hace bastante tiempo me puse a investigar el orígen de Halloween, y hoy quiero compartirte algo de lo que aprendí en aquel entonces.

Ésta festividad pagana se orginó en Irlanda cuando los celtas celebraban el Samhain que era un festival que se realizaba al terminar la época de cosechas y al mismo tiempo comenzaba un nuevo año para ellos. En aquellos entonces los celtas pensaban que en esas épocas del año los muertos y los espíritus caminaban en la tierra entre los vivos y llevaban a cabo rituales para hacer contacto entre los dos mundos, lo que llevó en el siglo VII al Papa Bonifacio IV a establecer un día para honrar a los mártires y muchos siglos después se instituyó el 2 de noviembre como el día de muertos para la iglesia Católica.

Como podemos ver el Halloween tiene como orígen el Samhain el cual tenía por objetivo hacer contacto con los muertos y con los espíritus que merodeaban la tierra en esas épocas del año, sin embargo aún mucho tiempo atrás Dios nos advirtió sobre éste tipo de actividades, pues, según Deuteronomio 18:10-11 consultar a los muertos y adivinos, espiritistas, hechiceros y demás prácticas que se manifiestan por éstos días no nos están permitidas porque aunque la biblia no habla directamente del Halloween, sí habla de prácticas que a Dios no le agradan y que nos alejan de Él (Levítico 20:6).

Claro ejemplo es el Rey Saúl (primer rey de Israel), el cual después de que se llenó de soberbia y dejó de buscar a Dios, Dios le dejó, y lleno de incertidumbre por saber qué pasaría con su reino, Saúl consultó a una adivina para invocar al profeta Samuel, por lo que tiempo después por ésta cusa Dios le arrebató el reino (1 Crónicas 10:13-14).

Así que los invito a ser diligentes y reflexionar sobre éstas fiestas que están próximas, vamos a tener en cuenta que Dios quiere todo lo mejor para nosotros y desea que sólo a Él busquemos, a Aquel que resucitó de entre los muertos.

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